PRAGA.- Es difícil imaginar un escenario más polarizado para una jornada inicial en una final de la Fed Cup por BNP Paribas que el 2-0 para la República Checa ante Alemania.
Esta vez, los rostros y las emociones dijeron más que los resultados: el O2 Arena fue una verdadera fiesta azul, roja y blanca con las victorias de Petra Kvitova y Lucie Safarova. Entre las alemanas, la preocupación en los rostros de Andrea Petkovic, Angelique Kerber y la capitana Barbara Rittner resume la delicada situación en que se encuentran en la serie, ya que una victoria más para las checas estirará la racha de frustraciones a 23 años sin coronas para las teutonas.
Las incuestionables victorias en sets corridos dejan a la República al borde de la coronación, la 8a y tercera en los últimos cuatro años. Una racha envidiable para cualquier nación, sin dudas.
Además del intenso apoyo del público -que en más de una ocasión provocó malestar entre las alemanas por los gritos durante los puntos-, las checas realmente sacaron lo mejor de la superficie superrápida que montaron en la pista. Tanto la potencia y el servicio picante de Kvitova -por su condición de zurda, lastima más- fueron abrumadores para una Petkovic dubitativa y mucho más contenida que la que fue en los entrenamientos esta semana.
Distinta fue la historia para Safarova, que debió remontar en ambos sets una desventaja: Kerber llegó a servir 4-3 en el primer parcial y tuvo un quiebre de ventaja en el segundo, pero desperdició ambas ocasiones y la checa resurgió en gran forma para darle el segundo punto a su país.
Para el capitán Petr Pala, la jornada inaugural fue perfecta: "No podría pedir más para el primer día; encima ganaron en sets corridos. Estamos muy contento con la manera en que jugamos", dijo Pala, que ya lideró al equipo en las últimas dos coronaciones.
La explicación alemana de la derrota no tuvo excusas: “El público es más ruidoso que en el circuito, sí, pero eso lo sabíamos antes de jugar. Lucie jugó mejor los puntos importantes y su juego fue muy agresivo”, comentó una seria Kerber .
La capitana Rittner admitió que las alemanas están “decepcionadas porque es el peor escenario”. Con respecto a los partidos de mañana, no quiso comentar en la posibilidad de realizar una modificación y que juegue Lisicki.
Tanto el aspecto físico como el emocional deberán mutar radicalmente en ambos equipos para que la final se revierta. Tras los partidos de hoy, un escenario de remontada parece imposible. La historia tampoco acompaña a las alemanas: nunca una nación revirtió un 0-2 en 52 ediciones pasadas.
La remontada histórica alemana o la victoria previsible checa se empezarán a escribir a partir de las 13 (hora local), las 12 GMT, cuando las dos singlistas número 1 choquen: Kvitova vs. Kerber. De ser necesario, se jugará el otro partido de individuales entre Safarova y Petkovic y, luego, el dobles. Para todas estas formaciones, los capitanes pueden disponer de cambios antes de cada partido.
Una victoria ante los nervios. Extrañamente, la N°1 checa reconoció que debió superar muchos nervios para imponerse con tanta soltura por 62 y 64: "Estaba muy nerviosa, tanto que tuve problemas para dormir y también con la comida en las últimas 24 horas, pero por suerte confié en mi servicio y traté de hacer lo mejor que pude", dijo la N°4 del mundo. Su compañera Safarova se lo tomó con humor: "A la mañana en el desayuno nos reíamos porque sentíamos lo mismo. Es normal que pase eso...", dijo.
Por Santiago Peluffo Soneyra
Fedcup.com
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