Pablo Cuevas está viviendo el mejor momento de su carrera, y mientras se prepara con miras al US Open, analizó su tremenda temporada que lo tiene ilusionado con acercarse a la elite del tenis mundial, el Top 10.
El jugador de 28 años ganó sus primeros dos títulos ATP World Tour de forma seguida, en Bastad (v. a Sousa) y Umag (V. a Robredo), por lo cual está en el puesto No. 40 del Ranking Emirates ATP.
Aunque su siguiente paso es ser el mejor uruguayo ubicado en el ránking en la historia - marca que ostenta Diego Perez quien estuvo No. 27 - Cuevas quiere ir más allá.
"Para mí no es un objetivo pasar a los grandes tenistas que tuvo Uruguay", dijo en entrevista con El Observador. "Todos me dicen que quedaría en la historia del tenis uruguayo, pero me gustaría quedar en la historia del tenis mundial y para eso considero que hay que estar adentro de los 10 mejores".
"Hoy, con una confianza brutal, con un estado físico espectacular y sin tener que defender casi nada de puntos para las aspiraciones que tengo, creo que es un buen momento para intentarlo y para dejarlo todo. Si se puede bárbaro y si no, que sea porque por alguna razón no alcanzó, pero no porque en mi cabeza no estuviera como objetivo".
El salteño, que sufrió dos operaciones de rodilla y comenzó el año No. 222 del mundo, aseguró que su ascenso fue mejor de lo esperado y tiene la expecativa que lo mejor aún está por venir.
"Se dio todo muy rápido para lo que tenía pensado este año. El objetivo de colocarme entre los 30 o 20 mejores lo tenía para el año que viene, si este año hacía cosas razonables", confesó Cuevas. "Pero como logré subir hasta el puesto 36 un poco rápido y tengo varios meses por delante sin defender puntos, la verdad es que cada día que va pasando me voy convenciendo un poco más de que tengo que ser más ambicioso y de que tengo que pensar y que quiero meterme entre los 10 mejores".
De todas formas Cuevas es consciente que se necesita mucho más que buen tenis para ese salto en la elite. "Es sin duda un cambio importante el que hay que hacer, pero los cambios grandes lo hacen las pequeñas diferencias. No necesariamente hay que tener más hora de entrenamiento adentro de la cancha, sino que hay que hacer pequeños ajustes en lo tenístico, en lo táctico y también en lo mental. La clave de lo que pasó en las últimas semanas estuvo en la cabeza y lo que puede estar por venir también pasa por ahí".
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