En la rueda de prensa previa a Wimbledon, Serena Williams reconoce que no ha superado su contundente derrota ante Garbiñe Muguruza en la segunda ronda de Roland Garros. La tenista estadounidense, tras dos decepciones consecutivas en Grand Slams, llega a Londres herida en su orgullo y con la intención de demostrar que sigue siendo la número uno.
Las heridas de una derrota tardan más en cicatrizar en las grandes campeonas. Ganar mucho crea adicción al éxito. Serena Williams, campeona de 31 títulos de Grand Slam (17 individuales y 14 en dobles), entre otros logros, lo vuelve a dejar claro.
El pasado 28 de mayo, la número uno se vio impotente frente a Garbiñe Muguruza en la segunda ronda de Roland Garros. La brutal derrota (2-6, 2-6) fue una de las peores de su carrera en un Grand Slam. Tres semanas después, Serena ultima su preparación de cara a Wimbledon en el All England Lawn Tennis Club, pero la pesadilla que vivió sobre la tierra batida parisina sigue grabada en su mente.
La estadounidense compareció en rueda de prensa ayer sábado. Preguntada por aquel partido, respondió: “¿Quién ha dicho que lo he superado?”. “¿No lo has superado entonces?”, replicó un periodista. “Lo dudo. Conociéndome, no”, reconoció Serena.
Según la web oficial de Wimbledon, la número uno respondió de forma breve y áspera a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa. Su comparecencia apenas duró diez minutos. La hermana menor de Venus necesita hablar en la pista tras dos decepciones consecutivas en los Grand Slams disputados este año: cuarta ronda en el Open de Australia y segunda ronda en Roland Garros. “Creo que estoy preparada física y mentalmente”, afirmó.
“Después de Roland Garros, he estado entrenando mucho, haciendo mucho ejercicio, intentando prepararme para el próximo torneo, que es Wimbledon. Me siento bien, contenta de estar aquí. Cada año es diferente”. Las buenas palabras darán paso a los hechos cuando Serena juegue su primer partido en Wimbledon, el próximo martes, contra Anna Tatishvili, una tenista nacida en Georgia pero nacionalizada estadounidense.
El sorteo del cuadro no ha sido benévolo con Serena. Alize Cornet puede ser su rival en la tercera ronda, Eugenie Bouchard o Andrea Petkovic en la cuarta, Maria Sharapova en cuartos de final, y Simona Halep en semifinales.
Dos malos resultados en Grand Slams como precedentes y un cuadro teóricamente complicado endurecen el desafío de Serena Williams en este Wimbledon. La leyenda estadounidense, a tres meses de cumplir 33 años, llega a Londres con el reto de demostrar que sigue siendo la mejor, que su estrella sigue brillando, que es la número uno.
Juan Manuel Muñoz
Punto de break
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