Desde el lunes Rafael Nadal será el No. 3 del mundo. Tras vencer a Milos Raonic por 6-2, 6-2 en la final de la Coupe Rogers el domingo, desplazó a su compatriota David Ferrer y comienza a plantearse nuevos objetivos tras su gran comienzo en la gira norteamericana.
El tenista de 27 años llegó a Montreal luego siete de semanas de descanso y con la derrota en la primera ronda de Wimbledon (p. Darcis) como su último apronte.
"Tenía dudas como siempre que voy a un torneo. Después de siete semanas sin competir y venir a una competición como Montreal con los mejores jugadores y en pista rápida sabes que te puedes ir en primera ronda. Pero he ido bien y he completado una semana fantástica".
Una semana después de llegar, el español se va con su tercer título del Masters 1000 de Canadá y el No. 25 Masters de su carrera. El español cerró una campaña casi perfecta de cinco partidos y sólo perdió un set en su victoria de semifinales que terminó con la racha de 13 triunfos de Novak Djokovic aquí, en un espectacular partido que fue denominado una final anticipada.
"La final es la de hoy (ayer). Ayer fue una semifinal que fue complicada, con ambos jugadores a un nivel muy alto y un partido muy disputado. Un partido muy bonito que uno lo disfruta mucho más cuando gana y acabó de la mejor manera posible", aclaró.
El cuerpo respondió y la rodilla izquierda lució sin vendaje durante toda la semana. El tenista español sumó su cuarto título ATP Masters 1000 de la temporada e igualó con ocho títulos en el año lo hecho en 2008, su segundo año más ganador, sólo detrás de los 11 que ganó en 2005. Nadal aumentó a 10-0 su récord sobre cemento este año y mejoró a 48-3 su récord en la temporada. Sin embargo sigue sin querer pensar en el último Grand Slam. El ganador de 12 majors es cauto:
"Yo no trabajo pensando en el US Open. Estoy pensando en todos los días que vienen. A continuación, voy a trabajar pensando en Cincinnati. Entonces cuando voy a estar en Nueva York, voy a trabajar pensando en el US Open.
Sin embargo Nadal sabe que ese es el verdadero objetivo, el último grande, donde llegará sin defender puntos tras la ausencia de 2012. En Nueva York la presión no será de él, sino de los rivales y esa es una ventaja importante pensando en un objetivo mayor, competir con Nole para cerrar el año como No. 1 del mundo.
"Siento que tengo una ventaja pero no la suficiente para decir que soy el favorito. En este tipo de superficie Djokovic es muy bueno. Aún quedan tres Masters 1000, un Grand Slam y la Copa Masters en una superficie que es más favorable para él que para mí. Así que estamos hablando de 6.500 puntos" explicó.
Hay que tener en cuenta la cantidad de puntos que necesito para ser No. 1. Creo que no lo voy a ser si tengo menos de 10 mil puntos al final de la temporada. Hoy tengo 8 mil. Necesito mínimo 2 mil más. Eso es muy difícil en esta parte de la temporada, pero lo intentaremos" concluyó.
Desde el lunes el español continuará su camino en el Western & Southern Open en Cincinnati. Una nueva oportunidad para seguir descontando puntos. Un nuevo desafío para el español que desde su regreso a las canchas ha vuelto a mostrar que está listo para luchar todos los títulos, en todos los escenarios y ante cualquier rival.
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