El campeón de 2002 beligerante desafió las probabilidades de derrocar a la raqueta dos de Suiza por 6-4 7-5 6-3 con un recordatorio precioso de su habilidad atemporal. El partido tuvo una duración de 2 horas y 12 minutos.
El ex número uno del mundo, no había vencido a un jugador top 10 en Grand Slam desde la batalla que le permitió doblegar al argentino Juan Martín del Potro, clasificado en ese entonces No 5. Fue también en Wimbledon edición 2009.
Pero él mostró por qué sigue siendo uno de los jugadores de grass más importantes del circuito con 32 ganadores y sólo 11 errores no forzados.
Hewitt se dejó caer de rodillas en la euforia tras el envío de Wawrinka, finalista en la hierba en holandesa la semana pasada, antes de brincar a reconocer a sus partidarios australianos en las gradas.
La reacción de Hewitt traicionó a la importancia de la victoria después de los problemas crónicos del dedo del pie el año pasado que casi terminó con su carrera.
"Sensación increíble", dijo.
"Yo sabía que era un empate duro tan pronto salió.
"Yo sabía que tenía que venir aquí y jugar bien - y hoy jugamos bien.
"Me sentí orgulloso de mi esfuerzo por ahí hoy en día."
Perseguido por las preguntas sobre cuándo se retirará, Hewitt entregó la réplica perfecta.
"La gente se pregunta cuando me retiraré, pero ¿por qué usted quiere retirarme con un ambiente como ese?" , dijo.
"Es una descarga de adrenalina total."
El australiano se medirá en segunda ronda al alemán Dustin Brown quien superó al español Guillermo García Lopez por 6-3 6-3 6-3.
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