La última vez que el español cayó en la arcilla del Principado fue en 2003. Aquella vez, que debutaba en el certamen, perdió en octavos de final a manos del argentino Guillermo Coria. Luego vendrían los ocho títulos, la marca de 46 victorias consecutivas y el surgimiento de la leyenda en Mónaco.
Nole conocía la historia y no se asustó. Más tarde de lo previsto, debido a la lluvia, el serbio salió a la pista tal como lo había advertido: con la convicción de ganar. Veinticinco minutos después tenía el partido 5-0 a su favor. Nadal reaccionó, pero no fue suficiente. Djokovic perdió sólo 12 puntos en el primer set y cerró el parcial por 6-2, tras una doble falta del español.
El mallorquín intentó volver al partido en el segundo parcial y le funcionó. La lucha lo dejó 4-3 con el servicio; 6-5 con el servicio, pero no pudo capitalizar. Nunca terminó de contener al serbio. Djokovic pegó, gritó y rugió. Castigó el saque de Nadal, quien sólo sumó el 31 por ciento de los puntos jugados con su segundo servicio.
Así, a pesar de cuatro quiebres de servicio en el segundo set, Djokovic se mantuvo fuerte mentalmente y en el tie break recuperó su juego. El serbio salió a cerrar el partido y con un derecho sobre la línea selló la victoria y el fin del reinado de Nadal en Mónaco.
Con este triunfo, el oriundo de Belgrado no sólo consiguió su primer título en el Principado, sino que también dejó atrás las dos derrotas ante el zurdo español en las definiciones de 2009 y 2012. Djokovic ha ganado ocho de los nueves torneos ATP Masters 1000. Ahora sólo le está faltando la corona del ATP World Tour Masters 1000 de Cincinnati.
La victoria dejó al serbio con un historial de 15-19 ante el español, 37 títulos en el circuito y una certeza: el No. 1 del mundo sabe que puede luchar en arcilla ante el heptacampeón de Roland Garros, el único Grand Slam que le falta al serbio y que es el que más desea.
Por su parte, Nadal celebra su regreso al circuito: tres títulos y dos finales en cinco torneos. Atrás quedan las rachas, los 81 triunfos consecutivos en arcilla en el mes de abril y su impresionante registro en Mónaco.
Fuente: ATP
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