El tenista suizo Roger Federer se resiste en darle paso a las nuevas generaciones y en una notable exhibición se clasificó a la final del Barclays ATP World Tour Finals.
En 1 hora y 33 minutos el seis veces campeón del torneo se impuso al escocés Andy Murray por 7-6(5) y 6-2.
Por el nivel mostrado en el último trimestre los especialistas le daban un ligero favoritismo al actual número tres del mundo. El partido empezó con un rápido quiebre del local que se mostraba bastante sólido en la cancha, muy por el contrario del suizo que no estaba fino con sus golpes. Sin embargo, Federer poco a poco afinó su estrategia y metiendo presión al servicio de su oponente logró recuperar el quiebre. Así siguió el set hasta que se llegó a la definición por tie break. Allí nuevamente el escocés golpeó primero pero no pudo sostener el nivel y fue el suizo quien con una contundencia digna de sus mejores tiempos terminó adjudicandoselo por 7-5.
Se esperaba la misma paridad en el segundo parcial pero en un game extraño Murray pasó de un 40-0 a inexplicablemente entregar el servicio. El saque no lo acompañó y los golpes fueron bastante imprecisos.
Con esa ventaja Federer logró tomar confianza y ganó en agresividad. Conservó el servicio y seguía con la presión sobre su oponente. En el séptimo game un soberbio golpe de revés le permitió pasar la subida a la net de su oponente y tomar nuevamente el saque.
Federer cerró el partido con su saque haciéndolo con gran autoridad.
Fue un muy buen partido que dejó contento a los aficionados que hinchaban por ambos jugadores.
Ahora Federer buscará su séptima corona ante el serbio Novak Djokovic. El partido del día lunes puede ser un claro mensaje de lo que sucederá en la siguiente temporada.
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