PRAGA, REPÚBLICA CHECA: A pesar del juego de marionetas de estos días previos, no ha habido cambio de personajes y Nicolás Almagro y Radek Stepanek ejercerán de escuderos de David Ferrer y Tomas Berdych, en la final número 100 de la Copa Davis por BNP Paribas que enfrenta a la vigente campeona, España, ante la aspirante República Checa. Ferrer y Stepanek tendrán el honor de izar el telón en esta final número 100 de la competición, este viernes (16 horas) en el O2 Arena de Praga, en un encuentro que se revela clave para las aspiraciones españolas.
Almagro y Berdych abordarán el segundo envite sobre la pista ultra rápida de madera pintada que los locales han ideado para poner fin a la hegemonía del tenis español en la competición y alzar su primera ensaladera como país independiente, 32 años después de que Ivan Lendl diera a Checoslovaquia su único título, en la última final previa a la creación del Grupo Mundial, jugada también en Praga.
Ferrer izará el telón ante Stepanek
Ferrer volverá a abrir la serie en la que será su cuarta final, igualando a Feliciano López. “Me da igual empezar, hay que jugar todos los puntos. Únicamente tengo que mentalizarme porque siempre es importante ganar el primer partido para que, en este caso, Nico pueda salir a la pista algo más tranquilo”, ha reconocido el actual nº 5 mundial, que ha firmado la mejor temporada de su carrera con siete títulos en ocho finales, incluido su primer Masters 1000 en París hace apenas 15 días
El español ha ganado las tres últimas veces que se ha enfrentado a Radek Stepanek, la más reciente este año en Madrid, aunque el checo se llevó el único duelo en moqueta en 2004. Ambos han recordado además, su épico duelo en la final de 2009, cuando Ferrer tuvo que remontar dos sets iniciales en contra: “Fue un partido increíble. Ahora la superficie es distinta pero seguro que volverá a ser durísimo”.
La segunda oportunidad de los checos
Mientras que Ferrer es el único de los españoles que estuvo en aquella final de hace tres años, en la que España sumó su cuarta ensaladera con un contundente 5-0 en Barcelona, por bando checo repiten el propio Stepanek y Tomas Berdych, además del capitán Jaroslav Navratil. Ambos son el pilar de un equipo que tan sólo cuenta con tres jugadores top-100 por los 11 de los que presume España.
Pero Tomas Berdych es ahora un jugador más maduro y ha sabido dar un paso adelante en su tenis hasta ubicarse en el nº 6 del ranking. El checo se reencontrará con Almagro en el segundo encuentro de la serie, tras verse las caras este año en cinco ocasiones, cuatro de ellas con victoria para él, aunque sólo el último en indoor hace unas semanas en Estocolmo.
Almagro elude la polémica
En Australia, una bola al cuerpo de Berdych propició que éste no saludara al español tras ganar el partido, ganándose el abucheo del público. “No tengo cuentas pendientes con nadie” ha asegurado el murciano, mientras que el checo se ha limitado a decir que: “nunca he dicho que Almagro sea el más débil del equipo español. A pesar de lo que ha pasado este año, empezamos de cero una vez más. La Copa Davis siempre cambia la historia”.
La presencia de Almagro en el equipo ha sido la gran incógnita de las horas previas ante la posibilidad de ser substituido por Feliciano López. “Esta semana he sentido la confianza del capitán y de mis compañeros, eso me da una tranquilidad enorme para darlo todo en la pista”. El capitán Álex Corretja se ha limitado a decir que: “El cuarteto que está aquí es el que creemos que tiene más posibilidades para ganar”.
Por bando checo, el juego del despiste ha vivido un capítulo esperpéntico con el anuncio de Lukas Rosol e Ivo Minar para el partido de dobles del sábado, ante Marcel Granollers y Marc López, a partir de las 14 horas. “Sabemos que jugaremos contra Berdych y Stepanek”, ha asegurado la pareja campeona del Masters en Londres la semana pasada.
España cede el favoritismo a los checos
El combinado español no se ha cansado de repetir que los favoritos son los checos por jugar en casa y en la pista “más rápida de la temporada”, como han calificado estos días. “Les pido que se dejen el corazón y el alma en la pista, pero que jueguen con cabeza porque va a ser una eliminatoria muy dura”, ha expresado un Corretja que aspira a convertirse en el segundo español que gana la Copa Davis como jugador y entrenador, tras Albert Costa el pasado año.
Es cierto que los éxitos del tenis español en la última década se han cimentado en casa, sobre tierra, donde ha ganado las 23 últimas eliminatorias como local, todo un récord en la historia del Grupo Mundial. Pero el tenis español ha perdido el miedo a jugar fuera en pistas rápidas, especialmente tras la final ganada en Mar del Plata en 2008 ante Argentina, y su histórica victoria del pasado año ante Estados Unidos en Austin. De hecho, los campeones han ganado cuatro de sus últimas cinco series jugadas en indoor.
El reto de jugar fuera en pista rápida
El reto se repite ahora en Praga, en la que es la novena final de su historia, la cuarta en los últimos cinco años, con el objetivo de sumar el sexto título en la competición (2000, 2004, 2008, 2009 y 2011), el segundo jugando la final fuera de casa, donde España ha perdido sus otras tres finales, todas ellas en Australia (1965, 1967 y 2003). Y lo hace sin haber podido contar con su nº 1, Rafael Nadal, en ninguna de la eliminatorias, tampoco en la final, algo inédito en la historia de la competición.
El tenis español ha demostrado este año que tiene suficientes recursos para suplir la ausencia del ex nº1 mundial, encabezados por un David Ferrer que viene de firmar la mejor temporada de su carrera, con siete títulos en ocho finales, incluido su primer Masters 1000 en París. De hecho, el alicantino ha ganado sus dos últimos torneos en pista rápida y viene de completar una buena actuación en el Masters de Londres.
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