SHANGHAI -- El británico Andy Murray, tercer favorito, se impuso por 6-4 y 6-4 al suizo Roger Federer, N° 1 del mundo, y continúa invicto en el Masters de Shanghai, donde el domingo irá en busca de su tercer título seguido cuando se enfrente ante el serbio Novak Djokovic, segundo cabeza de serie, quien en el primer turno de las semifinales derrotó con autoridad al checo Tomas Berdych, cuarto preclasificado.
Andy Murray parece tenerle el pulso al Masters 1000 de Shanghai, donde no conoce la derrota e irá en busca de su tercer título seguido. El británico, no obstante, antes tuvo que dar un examen de jerarquía ante un Federer que venía encendido por haber alcanzado su victoria 871 (5° en el listado histórico) y por haberse asegurado su semana 300 al frente del ránking de la ATP.
La decisión del británico fue clave en su duelo ante el suizo. Salió con mucho ímpetu y presionando con la devolución, a tal punto de que quebró en el primer game. Pese a perder su saque en el siguiente juego (fue su único break-point en contra), Murray jamás se apartó de su libreto y mostró muchas variantes ofensivas.
Federer, por su parte, tuvo que trabajar extra por no conseguir solidez en su servicio durante la hora y 38 minutos de acción. Es más, hasta llegó a cometer dobles faltas en momentos determinantes. Así la historia se le hizo cuesta arriba ante el ganador de los Juegos Olímpicos y el US Open.
En la segunda parte del encuentro hubo otro condimento: el clima. Unas pocas gotas hicieron que el primer game del segundo set estuviera detenido por unos cuantos minutos. Sin embargo, la lluvia no prosperó y los organizadores decidieron no accionar el techo y cerrar el estadio.
Con la reanudación, todo siguió bajo la misma tónica. Con un Murray agresivo -sumó más tiros ganadores que Federer- y dominador de las acciones. Un nuevo quiebre (logró tres en 11 oportunidades) le abrió el camino al triunfo, pero el final tendría una cuota de suspenso. Cuando el escocés se preparaba para sacar para el partido, nuevamente las gotas.
Esta vez sí se corrió el techo, pero antes hubo que esperar 15 minutos hasta que terminara de completarse el mecanismo. La duda estaba en cómo iba a responder Murray en la vuelta a la acción y también, por qué no, si Federer iba a poder aprovechar sus mejores condiciones para jugar bajo techo.
Finalmente poco pudo verse. En pocos puntos, el británico lo cerró con muchísima autoridad y obtuvo su décimo triunfo en 18 enfrentamientos entre sí.
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