Melbourne, 26 ene (EFE).- El español Rafael Nadal disputará su segunda final del Abierto de Australia tras marcar una nueva muesca en sus 27 enfrentamientos con el suizo Roger Federer, al que derrotó hoy por 6-7 (5), 6-2, 7-6 (5) y 6-4, en tres horas y 42 minutos de un apasionante duelo.
La jornada comenzó celebrando el 'Día de Australia' y acabó siendo el 'Día de Nadal'. El español desplegó sobre la Rod Laver Arena su mejor juego del torneo, y disputará su cuarta final consecutiva de Grand Slam después de doblegar una vez más a Roger Federer en uno de los 'Grandes', donde se han visto las caras en diez ocasiones, con ocho triunfos para Nadal con el de hoy.
Y eso que Federer comenzó en plan arrollador, con un juego muy agresivo que desarboló a un Nadal que asistía impotente al festival del golpes del helvético que se apuntó 12 de los 15 primeros puntos que ambos disputaron, lo que permitió cobrar una ventaja de 3-0.
Nadal no perdió la calma y fue buscando sus buenas sensaciones en la pista, elevando paulatinamente su juego, a la espera de que bajara también el de Federer, que rayó la perfección en el arranque del partido.
La oportunidad le llegó al español en el séptimo juego donde aprovechó su primera bola de rotura para recuperar su servicio y a continuación empatar el partido (4-4).
El revés del suizo volvió a ser su peor enemigo, aunque ninguno de los dos tuvo más opciones de rotura. El set se decidió en el desempate y por un mínimo detalle, el 'minibreak' que consiguió el suizo en el segundo punto resultaría definitivo.
Federer trató de hundir anímicamente a Nadal en el arranque del segundo set al ganar el primer servicio del español en blanco, pero la respuesta de éste fue contundente e inmediata y le devolvió con la misma moneda.
Pese a ceder la primera manga, era Nadal el jugador que crecía sobre la pista. Los golpes de Federer ya no eran definitivos y empezó a encontrar las habituales defensas de Nadal que acababan convirtiéndose en golpes ganadores que minaban la confianza del suizo. Cuatro juegos consecutivos de Nadal, tras el 2-2, igualaron el partido en el marcador, aunque la sensación era que el duelo estaba decantándose cada vez más a favor del número 2 del mundo.
Federer no estaba cómodo y la tensión le hizo cometer dos dobles faltas en su primer servicio del tercer set. Nadal tuvo un 0-40 pero dejó escapar con vida al suizo que podía haber quedado muy tocado.
El tenista balear se mantenía muy cómodo al servicio y sólo cedió dos puntos en sus tres primeros juegos, aunque en el cuarto, Rafa titubeó y Federer apretó viendo la ocasión que se le presentaba. Nadal pudo defender las tres primeros puntos de rotura de Federer, pero en el cuarto tuvo que entregar el juego.
Pero la solidez mental de Nadal de la que hizo gala todo el partido volvió a emerger y Federer no pudo consolidar la rotura. El set caminaba inexorablemente hacia otro desempate, aunque el de Manacor dispuso de un punto de set sobre el saque del suizo que no pudo convertir.
En esta ocasión fue Nadal el que jugó un gran desempate colocándose 6-1, pero le tembló el pulso a la hora de cerrarlo y apuró hasta el último punto de set para poder cerrar la manga.
El cuarto set no bajó en intensidad y subió en emoción. A Nadal le funcionó de maravilla el revés cruzado y seguía en la pista con una gran intensidad y velocidad de piernas. Federer aguantó como pudo hasta que en el noveno juego el español del dio la puntilla para convertirse en el primer finalista del torneo, a la espera del duelo de mañana entre el serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray.
Sergio Morro
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