Semifinalista en Melbourne Park el año pasado, Li, novena preclasificada, salvó un punto para partido en el segundo set antes de derrotar por 3-6, 7-5 y 6-3 a la máxima cabeza de serie y así dar a China y Asia una primera aparición en una final de un evento del Grand Slam.
Clijsters, finalista del abierto australiano en el 2004, ratificó su condición de máxima favorita al aplastar por 6-3 y 6-3 a la rusa Vera Zvonareva en un día soleado en el estadio Rod Laver.
Li, pionera del tenis en su país, tuvo su habitual flojo comienzo de partido, perdiendo su primer servicio y entregando el set inicial con 17 errores no forzados.
Con evidentes nervios, Li no entró en el juego hasta que Wozniacki consiguió un punto para partido estando 5-4 arriba en el segundo parcial.
"Cometí muchos errores en el primer set y también al inicio del segundo. Después de salvar el punto para partido, pensé: 'Bueno, hay una posibilidad'", dijo Li a periodistas.
"Es difícil jugar contra ella. Siempre está corriendo (...) pensaba que tenía tiros ganadores, pero ella siempre devolvía la pelota", agregó.
La danesa no pudo capitalizarlo y continuó devolviendo los golpes desde el fondo que enviaba Li, pero comenzó a cometer errores propios, entre ellos una doble falta que cedió el ser a su oponente.
El tercer capítulo fue una batalla desde la línea de base marcada por largos peloteos, pero la corriente finalmente favoreció a Li, quien selló el triunfo cuando Wozniacki falló un drive tras dos horas y media de juego.
"Tuve muchas oportunidades y no las aproveché. Si uno no aprovecha sus oportunidades, pierde el partido", simplificó Wozniacki, quien tiene apenas 20 años y ha estado bajo presión para ganar un torneo del Grand Slam que justifique su posición en el ranking.
"Eso es lo que sucedió hoy. Una bola puede hacer una gran diferencia. Podría haber estado allí como una ganadora, pero habría pasado si hubiera hecho algo un poco diferente", añadió.
MEJOR NIVEL
Por su parte, Clijsters terminó con las esperanzas de la segunda preclasificada Zvonareva, quien también fue su víctima en la final del Abierto de Estados Unidos el año pasado, y alcanzó su segunda final en Melbourne tras 73 minutos de partido.
Por segunda vez en el torneo luego de su aplastante triunfo en primera ronda por 6-0 y 6-0 sobre la ex número uno Dinara Safina, Clijsters mostró su mejor nivel, que fue demasiado para su rival.
La tres veces campeona del abierto estadounidense se adjudicó rápidamente el primer set en 33 minutos, antes de redondear una fugaz victoria con un drop de volea para llegar a su novena final en eventos del Grand Slam.
"Pude ser agresiva todo el tiempo y mantener bajos mis errores no forzados, presionándola mucho", manifestó Clijsters, quien reemplazará a Zvonareva como número dos del mundo.
"Estoy muy contenta con la manera en que terminó esto hoy (...) Es una linda sensación saber que sólo queda un partido más por jugar", continuó.
(Editado en español por Damián Pérez)
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