The Associated Press
NUEVA YORK - Fernando González creyó que el Abierto de Estados Unidos le serviría para volver al circuito y comprobar que había superado sus molestias en las rodillas.
Pero su salida del torneo en el primer turno el lunes simplemente empeora el panorama del chileno, cuyo ranking seguirá en picada. Aún más preocupante es que no dio certezas de que los problemas físicos desaparecerán pronto.
"Es más de lo mismo", declaró González con un tono de profunda decepción tras el partido ante el croata Ivan Dodig y que debió abandonar cuando perdía 6-7 (2), 6-1, 1-0 al comienzo del tercer set. "He pasado un pésimo rato, no hay mucho más misterio que eso".
González padece de tendinitis en ambas rodillas, sobre todo en la derecha. Se trata de una molestia que lo tiene a maltraer desde hace varios años y que recrudeció durante el pasado Abierto de Francia, al extremo que provocó que se apartase de los torneos.
Volvió la semana pasada en New Haven, donde perdió en su estreno ante Radek Stepanek.
Debutar con Dodig se perfilaba como un obstáculo accesible para una primera ronda, ya que el ignoto croata se encuentra en el puesto 148 del ranking y entró al cuadro principal después de sortear la fase previa.
Las rodillas, sin embargo, no le dieron tregua.
"Desde el primer set comenzaron a dolerme las rodillas", declaró González. "El dolor se fue haciendo insoportable y en el tenis se trata de correr, frenar, volver a salir. Llegaba al correr, al frenar, pero no podía salir".
La eliminación en el US Open, donde el año pasado alcanzó los cuartos de final, tendrá consecuencias negativas en su ranking, uno en el que paulatinamente ha ido en descenso. Su actual puesto es el 29, pero se calcula que se deslizará entre el 45 y 50 en la lista que se divulgará tras el último Grand Slam de la temporada.
Pero González dice que su preocupación actual es sanar para entonces recuperar su mejor nivel.
"Tengo ganas de volver a sentirme bien, más allá del ranking que puede tener en el momento", señaló. "Quiero jugar un tiempo más y de la mejor manera. Voy hacer lo que sea necesario para poder jugar sin dolor".
Con 30 años encima, González descartó la idea del retiro y señaló que conserva toda la ilusión de ser un jugador protagonistas en los Grand Slam y situado entre los primeros puestos del ranking.
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